Finalizando Perfiles I con Victor Manuel Gaete Puelma
7.- En base a la gran
experiencia que tienes como oyente, has tenido la ocasión de escuchar esa obra maravillosa
que son Las Variaciones Goldberg de JS Bach. Para analizarlas hay tantos aspectos
relevantes, pero me agradaría conocer tu
opinión sobre el instrumento más adecuado para interpretrarlas, los músicos que
hayas escuchado ya sea en vivo o en grabaciones, si existen algunas de tu
preferencia, has escuchado las versiones de músicos jazzistas o adaptaciones
al lenguaje del Jazz?
Sobre las Variaciones Goldberg de Johann
Sebastian Bach, me acuerdo que una vez
escuché en Radio Beethoven una versión en clavecín, pero el intérprete se me
escapa; era alguien que también tenía un registro de la Música del Agua de Händel,
que usaba mucho ese sonido como punteado del instrumento, como si fuese un
arpa; pero la única versión que tengo es en piano, la del canadiense Glenn
Gould “alumno del profesor chileno” Alberto García Guerrero en el Conservatorio
de Toronto. Haciendo abstracción de los
sonsonetes que emite Gould al tararear la música, en la registrada en 1980 se
nota bastante, encuentro que es de una profundidad y, a la vez, de una simpleza
realmente admirables, uno se queda absorto, como para adentro al escucharla. De verdad, yo me inclino por la ejecución en piano; este instrumento le da
un carácter aterciopelado al sonido y
acordes de Bach. Nunca la he oído en
vivo. Yo soy partidario de la evolución
en los instrumentos, y siempre he pensado en cómo habría disfrutado Mozart y
muchos otros con uno de los Steinway & Sons actuales. No tengo referencias
de esta obra trasladada al Jazz. Habrá
incursionado alguna vez Oscar Peterson con esta música?
8.- Estás actualmente produciendo un programa de Música Selecta. En la programación aplicas algún criterio establecido o simplemente te guías por lo que te parece más adecuado en cada ocasión?. Te sientes a veces como programando más para agradar a la audiencia o también le das un carácter didáctico para guiar el gusto de las personas?
A nuestra comuna de Las Cruces, hemos llegado mucha gente
afuerina, algunos nos dicen invasores, pero a los oriundos de acá, que tampoco
son tantos, se les ha transmitido mucha música ranchera; es lo que uno oye
cuando hay construcciones con maestros; uno de mis vecinos tiene una empresa
constructora y fabrica también esos cierros vibrados; el otro día les pedí que
bajaran el volumen. La Radio Comunitaria transmite mucha de esa música, otras como el Regaeton, en general
exageradamente bulliciosas. Entonces, al
iniciar esto en Diciembre pasado, pensé
que había que introducir la Música Selecta, usando melodías sugerentes, que
muchas veces debían haber oído sin querer, así como pasó con la Sinfonía N° 40
de Mozart hace un montón de años, con la Danza Eslava Nº 10 de Dvorak
(la 2 Op.72 , que una vez apareció como “ Uno y Veinte " ), o el Adagio o
Andante del Concierto de Aranjuez, al
que también le pusieron letra; o el 3er movimiento de la Sinfonía N° 3 de
Brahms y otras que ya pasaron a ser populares,
como la 5ª Sinfonía, Para Elisa o el Claro
de Luna en el caso de Beethoven,
melodías pegajosas que agarran de inmediato; no como la música de
Salieri, que nadie recuerda, como decía él en Amadeus.-
En cierta medida he tratado de hacerlo en
forma didáctica, yendo de lo más simple a lo más complicado; dando ejemplos de
voces en todos los timbres, (me va faltando solo la de contratenor y la de
Falsete que utiliza mucho Carl Orff en Carmina Burana) los diversos instrumentos, incluido el órgano;
pero me falta aún el “Silbido” que
pienso es el más antiguo que existe; por
supuesto que se hace una introducción sobre el músico, la obra y en lo posible de
el o los intérpretes. En 7 meses no se han repetido piezas musicales, excepto 2
que han sido pedidas expresamente por auditores, pero piezas muy cortas ; solo en forma excepcional acepté una vez
“Granada” del maestro Agustín Lara, por considerarse ya un “clásico” como se da en decir, y cantada por Plácido Domingo. No he incluido
aún a Mahler, porque también hay una limitante en la duración, al igual que
óperas y ballet completos, que exceden una hora que dura el programa Pero la constante es que se trasmitan obras
enteras, no pedazos , salvo cuando es alguna parte de ballet, o un aria de
ópera.-
Lo que complica a veces, es que
falta una suerte de retroalimentación del publico. Por ese motivo cada
día doy el número telefónico y pido que hagan llegar sugerencias, reclamos
abiertamente o comentarios de música. Y de repente uno se pone negativo y
pienso “¿escuchará alguien este programa?” . Pero eso es negativo y produce
daño. Hay que darle tiempo, y aunque
haya un solo auditor continuaré con esta música, a menos que me tiren la cadena
en la radio.
9.-Por último, que aconsejarías a las personas que no escuchan normalmente Música Selecta, pero que al menos tienen el interés de acercarse a éste arte?
Yo le diría a la persona que piense en lo
extraordinario que es el idioma musical; no que lo estudie y si lo hace, mejor.
Pero hay que escuchar la música; y si no le agrada la cambia; pero si no lo
hace, difícilmente podrá acostumbrar el oído. Y hay muchas que requieren de
repeticiones y varias veces, como por ejemplo
la Ofrenda
Musical de Bach, que a veces se hace tediosa; como ocurre
también con versiones malas, músicos que aprendieron a tocar el instrumento, pero
que no saben interpretar una obra. Tengo ejemplos de dos intérpretes muy conocidos, uno de música
selecta y otro de popular, pero no los nombraré porque yo no los estoy
juzgando, solo estoy comentando el hecho que puede provocar la no
interpretación.
Este idioma que viene del siglo XI, gracias
al musicógrafo italiano Guido D’Arezzo, es mucho más simple que cualquiera de los
hablados, pero a diferencia de aquellos, este es universal y no contiene
garabatos; tal vez el latín tenía algo de esa cualidad de la universalidad; los
músicos, hablen cualquier idioma vocal, español, francés alemán, inglés o chino, se pueden entender musicalmente en este
idioma musical. ¿ No es realmente grande
esto, que se puedan entender, que se
puedan poner de acuerdo? Yo realmente lo
encuentro extraordinario.
Eso va para los músicos; pero y para los que
no lo son: la música en sí, es también un idioma para nosotros, para mi que soy
principalmente auditor. Y a modo de
ejemplo, vemos que Mendelssohn tiene unas “Canciones sin Palabras” no tienen
estribillos; pero hay que oírlas y ahí advertiremos qué nos dicen o nos dirán
muchas cosas, de todo tipo.
Esto es como un misterio que envuelve a la
música, que la hace diferente de las otras artes. Es, como puse un poco antes, cuando cité a
Schumann refiriéndose a Bach como el pan cotidiano: su música nos permite
encontrar cada día, con la alegría y la angustia de un descubrimiento, un gran
paisaje familiar y a la vez desconocido; siempre el mismo y siempre otro.
En los tiempos que vivimos, se oye poca
música “buena”, porque definitivamente para mi hay músicas buenas y otras no tan buenas – sean populares o selectas o como quiera llamárselas. (No me refiero
aquí a música positiva o negativa porque también la hay)
Generalmente cuando se está en grupos de
personas, en la casa o cualquier parte,
y se coloca alguna música o melodía, se han fijado que alguien dice
“ponla un poquito más bajo” que no podemos hablar; entonces yo pienso para que
te dicen “ponte una musiquita” si van a hablar, o si no van a escuchar la
música? Tiempo atrás en la Agrupación Cultural
a la que pertenezco, habíamos quedado de ver – porque ahora les gusta ver – un
DVD con el Concierto Nº 4 de Beethoven por Claudio Arrau y Riccardo Muti con la Sinfónica de Filadelfia,
cuando cumplió los 80 años. Entonces el
presidente dijo: Víctor, ponte el video de Arrau mientras conversamos. Y… le dije yo. Para la próxima te traigo una
película muda de Chaplin. Y me la guardé; nunca más.
¿Que le recomendaría oír a un auditor
principiante? Es difícil porque es algo
tan sutil, pero hay que arriesgarse: si han visto filmes de música o con ella,
como “Claro Oscuro” o “Shine” ahí hay varios ejemplos de Rachmaninov y otros;
en el Pianista, otros de Chopin, en África mía, está el de Clarinete de Mozart;
hay otras dos sobre Beethoven; en todas se oyen músicas de las “pegajosas”. Pero yo los tiraría de frentón por ejemplo
con cosas sencillas, los Preludios de la Traviata, el Intermezzo de Cavallería Rusticana,
las oberturas de El Murciélago de Strauss Jr., la de Zampa de Herold, las muy
positivas Oberón y el Cazador Furtivo de Weber, las de la Flauta Mágica, pero además las
Arias de Papageno de Mozart, y están las Ave María, de Schubert y la Bach/Gounod, y hay miles más
de músicas, como el Estudio de Chopin ese el Opus 10 Nº 3. Y hasta la obertura Rienzi de Wagner, que es
una música más como para inflarse.
Creo que la persona que vive en un mundo tan
ajetreado como este, sobre todo en el área Metropolitana, obtiene un buen
calmante solamente con las nombradas arriba; y después uno se puede ir metiendo
en otros tipos más elaborados, como descubrirle los sentimientos a Mozart, esa
suerte de súplica que nos muestra en el movimiento lento de su concierto 27 el
KV 595, ese dolor que hay en su Ave Verum Corpus el KV.618, o esa especie de
resignación que nos muestra en su Sinfonía 39 la KV 543, y siguen. Y ese
diálogo que muestra Beethoven en el Concierto de piano Nr 4 , también en su movimiento lento; o
el duelo que nos muestra Brahms en el Opus 15 por su amigo Schumann. Y también
diría de súplica en Beethoven en el movimiento lento del Concierto Nr 1 , el Opus
15.
Hay que ir adentrándose de a poco, pero no
tanto, porque si nos agarra, nos damos cuenta que nos falta tiempo para oír
tanta maravilla. Yo confieso aquí que
ahora, ya viviendo 10 años en este pueblo, aún no he ido escuchar el Mar junto
al mar, algo que he pensado desde hace unos 20 o más años; claro que ahora tampoco tengo ese reproductor
portátil que me habría permitido darme ese placer; Dios quiera que esto pueda realizarlo por lo
menos antes de la audición Nº 260 de esa genialidad de Debussy.
Victor Manuel Gaete Puelma
Las Cruces, Julio 2012
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