Porqué este título?....
Si ha existido en mi vida una experiencia fascinante, es ser fan incondicional de este gran pianista de Jazz. Se ha escrito tanto y se han realizado videos con sus ideas musicales como nunca en la historia de la musica. Conversar sobre Bill Evans es referirse a un artista que aparece como una estrella clara y precisa en el horizonte azul del arte. Desde su participación como partner o lider de diversos conjuntos o bandas, se anunciaba un músico que se introducía en el ambiente para aportar ideas nuevas, como un mensajero alienígena de vivencias futuristas. Revolucionó su arte cuando propuso omitir la nota fundamental del acorde como tono más bajo y remplazarlo por la séptima o tercera del acorde en cuestión. Contaba con una personalidad muy reservada y amable y su influencia fue similar a la de una gurú oriental. Su concentración frente a su instrumento era mágica, introduciéndose y fundiéndose a cabalidad en el teclado para extaer todo los matices, sin ostentaciones y entregado a una exploración claramente romántica de la música.
Mi mundo musical con Bill Evans se apoya en 110 CD de su elaborada trayectoria, que permanecen en mi discoteca como un tesoro sin par. Todos los he escuchado con mucha atención y con la entrega que merece el contacto con un artista de su talla. A su paso deja una estela de música de un grado altísimo, tanto en su participación como pianista solo como con sus tríos o sus colaboraciones en combos mas numerosos.
En el Bill Evans CD 001, " A day in New York ", grabado en 1957, está presente precisamente su colaboración con el gran músico y clarinetista Tony Scott y aunque su participación no es gravitante en las ideas musicales vertidas, está su sello indeleble en el concepto de acompañar con un gusto y maestría sin ostentación y sobretodo en los momentos claves de sus solos, como dejando claro en pocos minutos sus planteamientos de fluidez de improvisación y manejo sutil de los acordes de apoyo armónico que siempre lo caracterizaron.
Participan en este album músicos de primera categoría como el mismo Tony Scott tanto en clarinete como saxo barítono, el trompetista Clark Terry, los contrabajistas Milt Hinton y Henry Grimes, Jimmy Knepper en trombón, Sahib Shihab en saxo baritono y como baterista el músico que se convertiría en verdadero sello de los tríos de Evans, el gran Paul Motian.
He elegido un tema para la presentación de este comentario en el cual la participación de Bill Evans es muy clara a través de sus dos solos. Se trata del hermoso tema " A shoulder To cry On ", el cual es tratado por Scoot en el registro mas bien bajo de su instrumento, creando una atmosfera muy especial contrastando con el sonido del piano de Evans.
Espero que les haya gustado y poco a poco se vuelvan fans de Bill Evans. No se arrepentirán.
Carlos Felipe Morales Sanchez
Chiguayante, 24 de Mayo de 2015
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