Aristóteles y Joshua Bell
Me acabo de encontrar con un corto y entretenido video, en el cual los protagonistas son el virtuoso del violín, Joshua Bell y nuestro conocido y querido filósofo, Aristóteles.
Obviamente los actores son dibujos animados y se trata de una sesión de un médico psiquiatra, Aristóteles y su paciente, Joshua.
Tema ?...El trauma que le confirió al violinista tocar en el Metro de Washington y ser ignorado por cientos de personas que circulaban rápidamente cerca de él, considerando que sólo hacía tres días en la misma ciudad, había actuado a teatro completo y aclamado con gran entusiasmo.
Joshua Bell, eximio violinista reconocido mundialmente, nació en USA en 1967. Los primeros días de Enero de 2007 actuó en el Boston Symphony Hall , completando la capacidad de la Sala con entradas que superaban los U$S 100. El periódico Washington Post ideó un experimento del cual su protagonista sería Joshua y consistía en que actuaría en hora punta en una estación de metro en la ciudad de Washington, ataviado con jeans, camiseta y gorra de beisbol. El violín a utilizar era nada menos que un Stradivarius de 1713, " Gibson ex Huberman " , violín único en el mundo. En brillantes 43 minutos, el gran violinista interpretó 6 obras magistrales de JS Bach, incluyendo la hermosa y sin par Ciaccona de la Partita Nr 1 del genio de Eisenach.
El resultado de la experiencia fue, que durante la actuación del violinista sólo recibió unas monedas de reconocimiento y muy pocas personas se acercaron a observarlo y escucharlo, destacando una dama la cual reconoció a Joshua y le comentó que una vez lo había escuchado en un maravilloso concierto en la Biblioteca del Congreso. El destacado Director de Orquesta Leonard Slatkin, supuso que Joshua al menos recibiría unos 150 dólares de unas 35 personas, de alrededor de un millar que pasarían por su lado durante el experimento. Lo que finalmente ocurrió fue algo muy distinto y muy decepcionante para el violinista. De las 1070 personas sólo 27 le depositaron dinero en su caja, completando 32 U$S.....y no más de una siete personas que se detuvieron a observarlo. Un hombre joven, de nombre John David Mortensen, funcionario del Departamento de Energía de EEUU, se detuvo 6 minutos a escucharle, pero sin saber quien era el que tocaba. "Me hacía sentir en paz", fueron sus palabras....
Hay que señalar que Joshua Bell es un músico que tiene una trayectoria de participación en proyectos que lo hicieron conocido en el público medio, como en la versión americana de Plaza Sésamo, y su interpretación de la banda sonora de la película El violín rojo, premiada con un Oscar. Nada de éso influyó en el experimento.
Las opiniones posteriores fueron de gran variedad de estimaciones. Citemos algunas:
1.- Demostración de la ignorancia del transeunte medio.
2.- Esta misma ignorancia es la que se presta para que al ciudadano común sea habitualmente engañado por la publicidad , para aceptar participar en eventos los cuales ni siquiera tiene elementos para juzgarlos debidamente.
3.- Opiniones que si este mismo experimento se hubiera hecho en una ciudad europea, el resultado hubiera sido distinto.
4.- Si el experimento tenía por objeto evaluar la reacción de las personas que escucharan una hermosa música, excelentemente interpretada, el experimento es inútil e inservible, ya que los que caminan por los pasillos del Metro, están con sus mentes ocupadas en las cosas que deben realizar en ése momento del día y porqué no decirlo, aburridos de toparse siempre con pordioseros, mimos, cantantes, espectaculos de circo, oradores que pululan en estos sitios y también en las calles, a los cuales ya no les prestan atención y aún más se les evita.
En fin, son opiniones diversas y sin duda cada uno de nosotros debe formarse las propias, no siendo el objeto de esta volada.
Vamos donde Aristóteles sentado en su silla y Joshua acostado en el diván y escuchar al filósofo explicando lo que sucedió..
El filósofo comienza por explicarle al artista lo que es la Retórica, técnica de expresarse de manera adecuada para lograr la persuasión del destinatario, existiendo tres tipos de argumentos que pueden ser empleados en un discurso: los relativos al Ethos, al Pathos y al Logos.
El Ethos, formado por argumentos de orden afectivo y moral y atañen al emisor del discurso; son, en suma, las actitudes que debe tomar el orador para inspirar confianza a su auditorio. Se trata de su reputación, credibilidad, honradez, ser fidedigno, tener valor, ser considerado una autoridad confiable.
El Pathos en cambio atañe al receptor del discurso, al público,. Son argumentos de orden sólo afectivos y son los sentimientos que producen las virtudes del emisor del discurso en ellos. Es la conexión emocional.. Las personas deben estar preparadas emocionalmente para recibir el mensaje.
El Logos es la idea del mensaje desde el punto de vista de los oyentes. El mensaje debe interesarle a la audiencia para producir el contacto de persuasión.
Así, que pueden Aristóteles y Joshua Bell enseñarnos de persuasión?
Que fué lo que pasó en el Metro?
Se trataba de la misma música, la misma pasión, el mismo violín y el mismo músico.
La realidad aristotélica es que en el experimento de Joshua no existieron el Ethos y el Pathos. Sólo el Logos.
La mesa de tres patas de la Retórica no funciona si alguna falla.
El Ethos, falló por la falta de reconocimiento de las personas acerca de la validez de Joshua como portador del mensaje. No existió el cartel : ! Esta noche: Concierto de Joshua Bell !
Las personas en el Metro no están ordenadas para concentrarse en ver ni escuchar música ni músicos. Sus objetivo y preocupaciones son diametralmente otros,
En cuanto al Pathos, fundamentalmente la Sala de Concierto que había sido el vínculo emocional de Joshua con su público, no lo cumplía en ningún caso el ambiente de la estación de un Metro.
El Logos sólo no funciona. Los tres elementos son indisolubles para que la Persuasión se haga realidad.
El video termina con Joshua caminado hacia su profesor y agradeciendole con un gran abrazo por liberarlo de sus aflicciones.
Carlos Felipe Morales Sanchez
Chiguayante, 16 de Febrero de 2013
Obviamente los actores son dibujos animados y se trata de una sesión de un médico psiquiatra, Aristóteles y su paciente, Joshua.
Tema ?...El trauma que le confirió al violinista tocar en el Metro de Washington y ser ignorado por cientos de personas que circulaban rápidamente cerca de él, considerando que sólo hacía tres días en la misma ciudad, había actuado a teatro completo y aclamado con gran entusiasmo.
Joshua Bell, eximio violinista reconocido mundialmente, nació en USA en 1967. Los primeros días de Enero de 2007 actuó en el Boston Symphony Hall , completando la capacidad de la Sala con entradas que superaban los U$S 100. El periódico Washington Post ideó un experimento del cual su protagonista sería Joshua y consistía en que actuaría en hora punta en una estación de metro en la ciudad de Washington, ataviado con jeans, camiseta y gorra de beisbol. El violín a utilizar era nada menos que un Stradivarius de 1713, " Gibson ex Huberman " , violín único en el mundo. En brillantes 43 minutos, el gran violinista interpretó 6 obras magistrales de JS Bach, incluyendo la hermosa y sin par Ciaccona de la Partita Nr 1 del genio de Eisenach.
El resultado de la experiencia fue, que durante la actuación del violinista sólo recibió unas monedas de reconocimiento y muy pocas personas se acercaron a observarlo y escucharlo, destacando una dama la cual reconoció a Joshua y le comentó que una vez lo había escuchado en un maravilloso concierto en la Biblioteca del Congreso. El destacado Director de Orquesta Leonard Slatkin, supuso que Joshua al menos recibiría unos 150 dólares de unas 35 personas, de alrededor de un millar que pasarían por su lado durante el experimento. Lo que finalmente ocurrió fue algo muy distinto y muy decepcionante para el violinista. De las 1070 personas sólo 27 le depositaron dinero en su caja, completando 32 U$S.....y no más de una siete personas que se detuvieron a observarlo. Un hombre joven, de nombre John David Mortensen, funcionario del Departamento de Energía de EEUU, se detuvo 6 minutos a escucharle, pero sin saber quien era el que tocaba. "Me hacía sentir en paz", fueron sus palabras....
Hay que señalar que Joshua Bell es un músico que tiene una trayectoria de participación en proyectos que lo hicieron conocido en el público medio, como en la versión americana de Plaza Sésamo, y su interpretación de la banda sonora de la película El violín rojo, premiada con un Oscar. Nada de éso influyó en el experimento.
Las opiniones posteriores fueron de gran variedad de estimaciones. Citemos algunas:
1.- Demostración de la ignorancia del transeunte medio.
2.- Esta misma ignorancia es la que se presta para que al ciudadano común sea habitualmente engañado por la publicidad , para aceptar participar en eventos los cuales ni siquiera tiene elementos para juzgarlos debidamente.
3.- Opiniones que si este mismo experimento se hubiera hecho en una ciudad europea, el resultado hubiera sido distinto.
4.- Si el experimento tenía por objeto evaluar la reacción de las personas que escucharan una hermosa música, excelentemente interpretada, el experimento es inútil e inservible, ya que los que caminan por los pasillos del Metro, están con sus mentes ocupadas en las cosas que deben realizar en ése momento del día y porqué no decirlo, aburridos de toparse siempre con pordioseros, mimos, cantantes, espectaculos de circo, oradores que pululan en estos sitios y también en las calles, a los cuales ya no les prestan atención y aún más se les evita.
En fin, son opiniones diversas y sin duda cada uno de nosotros debe formarse las propias, no siendo el objeto de esta volada.
Vamos donde Aristóteles sentado en su silla y Joshua acostado en el diván y escuchar al filósofo explicando lo que sucedió..
El filósofo comienza por explicarle al artista lo que es la Retórica, técnica de expresarse de manera adecuada para lograr la persuasión del destinatario, existiendo tres tipos de argumentos que pueden ser empleados en un discurso: los relativos al Ethos, al Pathos y al Logos.
El Ethos, formado por argumentos de orden afectivo y moral y atañen al emisor del discurso; son, en suma, las actitudes que debe tomar el orador para inspirar confianza a su auditorio. Se trata de su reputación, credibilidad, honradez, ser fidedigno, tener valor, ser considerado una autoridad confiable.
El Pathos en cambio atañe al receptor del discurso, al público,. Son argumentos de orden sólo afectivos y son los sentimientos que producen las virtudes del emisor del discurso en ellos. Es la conexión emocional.. Las personas deben estar preparadas emocionalmente para recibir el mensaje.
El Logos es la idea del mensaje desde el punto de vista de los oyentes. El mensaje debe interesarle a la audiencia para producir el contacto de persuasión.
Así, que pueden Aristóteles y Joshua Bell enseñarnos de persuasión?
Que fué lo que pasó en el Metro?
Se trataba de la misma música, la misma pasión, el mismo violín y el mismo músico.
La realidad aristotélica es que en el experimento de Joshua no existieron el Ethos y el Pathos. Sólo el Logos.
La mesa de tres patas de la Retórica no funciona si alguna falla.
El Ethos, falló por la falta de reconocimiento de las personas acerca de la validez de Joshua como portador del mensaje. No existió el cartel : ! Esta noche: Concierto de Joshua Bell !
Las personas en el Metro no están ordenadas para concentrarse en ver ni escuchar música ni músicos. Sus objetivo y preocupaciones son diametralmente otros,
En cuanto al Pathos, fundamentalmente la Sala de Concierto que había sido el vínculo emocional de Joshua con su público, no lo cumplía en ningún caso el ambiente de la estación de un Metro.
El Logos sólo no funciona. Los tres elementos son indisolubles para que la Persuasión se haga realidad.
El video termina con Joshua caminado hacia su profesor y agradeciendole con un gran abrazo por liberarlo de sus aflicciones.
Carlos Felipe Morales Sanchez
Chiguayante, 16 de Febrero de 2013
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